Me ha gustado este hotel perfecto, además es fácil de encontrar. La habitación doble con un hermoso balcón era climatizada. Un personal servicial, nos sugirieron lugares para visitar. La comida estaba buena y tenía mucha variedad de comida diferente. La ubicación era bonita y perfecta, al lado de restaurantes y bares y de la playa privada y también del estadio de fútbol, en una zona tranquila.

Todos los servicios me parecieron excepcionales. La cama era super cómoda, la habitación enorme y lo suficientemente espaciosa. El desayuno estaba delicioso, me ha gustado mucho de verdad todo.

Ubicación: el hotel estaba en las inmediaciones de varios restaurantes y de las mejores playas. El personal era muy amistoso y muy amigable, era un placer tratar con él. Me dieron una habitación de buen tamaño y climatizada que da al mar.

Algunos de los empleados han sido groseros.

El hotel está justo en la playa, lo cual es una gran ventaja. Poder disfrutar de la hermosa vista desde las habitaciones es una experiencia maravillosa. Además, el personal ha sido muy atento en todo momento, lo cual añade un toque especial a la experiencia de alojarse en este hotel.

Hay espacio para mejorar.

Hotel de gestión familiar con un trato agradabilísimo. Una piscina enorme y un acceso a la playa desde el propio hotel. Kissamos-Kastelli no es el fin del mundo, no hay gran cosa que ver o hacer, pero es un sitio estratégico desde el cual ir ala isla de Gramvoussa en ferry, excursion que merece la pena por el mar estupendo al que te llevan cómodamente. En este hotel puedes tomarte un par de días de descanso de ajetreo vacacional, a un precio muy bueno. Nosotros pagamos 50euros la noche con vista al mar en la segunda mítad de septiembre. Óptimo.

La televisión en la habitación no tenía apenas señal, ni siquiera para cadenas griegas. Sin embargo abajo en los salones, veían la champions league en unos enormes plasmas.

la dueña es encantadora

el breakfast y la cama

La ubicación del hotel es increíble, estando lo suficientemente cerca de la naturaleza, del centro de la ciudad y del paseo marítimo en una zona nueva. El acceso al Estadio de Kissamos es fácil. Las habitaciones cuentan con balcón y ofrecen una hermosa vista. Los cereales y pasteles servidos estaban deliciosos.

El hotel está en una ubicación privilegiada, muy cerca del mar y en primera línea de playa. Además, cuenta con una playa privada para disfrutar de momentos de relax. También está muy cercano al puerto, lo que facilita la movilidad y el acceso a actividades acuáticas. La habitación era espaciosa y la cama muy cómoda, lo que garantizaba un buen descanso durante la estancia.

El servicio de limpieza dejó mucho que desear, ya que las toallas estaban sucias el primer día y la limpieza de la habitación se realizaba a una hora poco conveniente, incluso en el último día.